21/11/08

Practica cultural y Navegación

Lo siguiente es parte de los avances de nuestro proceso de indagación. Se trata de las características de una práctica cultural con énfasis el papel del conociemiento. Espero sus comentarios:


Tradición: la tradición permite la trasmisión de los saberes y conocimientos de una práctica cultural entre generaciones. En el caso de los navegantes, vimos que su práctica se basaba en una tradición oral y un aprendizaje en la propia práctica. Esto empieza a cambiar hacia el siglo XV y XVI con la introducción de instrumentos de escritura (por ejemplo, las bitácoras de viaje para calcular la estima) y de formación de instituciones educativas formales (por ejemplo, La Casa de las Contrataciones).

Comunidad: la comunidad es el colectivo relacionado a la práctica cultural que puede incluir diferentes grupos en su interior. Comparten una tradición, unos valores, formas de pensar y actuar. Se encuentran estructuradas y organizadas socialmente. En el caso de los navegantes, vimos que al interior de un barco de finales del siglo XV, se encontraban diferentes grupos con jerarquías y funciones diferentes. También hemos revisado que durante los cambios que requirió la navegación en esta época, otros grupos empiezan a formar parte más activa de la comunidad (aunque no necesariamente se suban al barco), es el caso de los maestros cartógrafos y los propios astrónomos o cosmógrafos. Tenemos que agregar también a los personajes que representan los intereses de la corona (Portugal o España). Estos diferentes grupos tuvieron conflictos y desencuentros, lo mismo que diálogos y producciones novedosas.

Valores e imaginarios: las comunidades comparten valores que los identifican como miembros de la práctica cultural, estos valores garantizan su cohesión y organización. Por ejemplo, vimos que para los navegantes de finales del siglo XV la procedencia del capitán era un asunto importante, si los marineros eran españoles no aceptaban fácilmente que el capitán fuera portugués, como le ocurrió a Magallanes y por lo cual hubo tantos motines en su viaje. Vimos también que quienes se subían al barco compartían creencias religiosas y supersticiones. Los miembros de las comunidades también comparten (más o menos) imaginarios que pertenecen a la cultura más amplia de la que forman parte. Por ejemplo, vimos que los navegantes procedentes de Europa compartían las ideas de la existencia de monstruos marinos, y leyendas sobre razas humanas bestiales. También creían que el mundo estaba constituido solo por tres continentes, y que el origen de estos y sus pobladores era divino. Todo ello no era particular de los navegantes, sino parte de la visión del mundo de su cultura.

Formas colectivas pensamiento y acción: los participantes de una práctica cultural hacen y piensan cosas en conjunto: realizan de manera colectiva rituales, costumbres, rutinas, las cuales se desarrollan en la vida cotidiana y les permiten entre otras cosas resolver los conflictos y problemas que se presentan. Vimos que los marineros en sus trabajos diarios cantaban a coro, y que realizaban tareas de limpieza, de cocina, de mantenimiento, etcétera. Cuando se acercaban a la costa colocaban vigías que eran expertos en “leer” los litorales para prevenir cualquier accidente, otros se encargaban de dar la vuelta al reloj de arena y marcar en la bitácora el tiempo. Desde la segunda parte del siglo XV las rutinas colectivas empezaron a incluir cada vez más el uso de diferentes instrumentos de conocimiento, los cuales a su vez eran el principal objeto de los nuevos grupos que se incluían en la comunidad amplia de la navegación. Por ejemplo, los mapas que empezaron a tener mayor uso en los barcos, eran elaborados en tierra por los maestros cartógrafos.

Saberes y conocimientos: los saberes y conocimientos son las diferentes formas de representación simbólica que permiten por un lado explicar, conocer y percibir el mundo, y por el otro guían la actuación y la intervención sobre ese mundo. La práctica cultural de la navegación entre el siglo XV y XVI integra diferentes saberes y conocimientos que provienen de distintas culturas, muchos de ellos perduraron durante algunos siglos. Por ejemplo, el uso de la brújula tenía por lo menos 200 años, proveniente de la cultura China. Gran parte del conocimiento previo a este tiempo de los navegantes es un conocimiento empírico, en primer lugar porque se trasmite de manera oral, y en segundo porque es aplicable a situaciones o contextos locales. Por ejemplo, la navegación en el Mediterráneo. El uso de la representación escrita en diarios, libros y bitácoras, así como de la representación gráfica en distintos tipos de mapas, comienza a modificar los saberes y conocimientos de la navegación. Un aspecto importante de ambas representaciones es que implican pensamiento abstracto o teórico. Por ejemplo, la latitud es un concepto de geometría aplicada al globo terráqueo que tardará en ser de fácil acceso para los navegantes.

Instrumentos de conocimiento: distinguimos a los instrumentos de conocimiento de los instrumentos materiales, porque mientras los segundos están dirigidos a modificar el entorno (por ejemplo, los serruchos y martillos), los primeros no modifican el entorno directamente, sino que modifican los procesos de conocimiento de los sujetos de la práctica. Esto es, su percepción, observación, interpretación, memoria, etcétera. Algunos ejemplos que hemos platicado son: Libros impresos, Mapas, Brújula, Astrolabio, Bitácoras, etcétera.

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